Descripción
Para combinar todos estos aspectos que Santos Alonso pretende dirigir hacia el lector, emplea un lenguaje culto en una variedad académica, aunque nunca alejándose de la lengua española actual y haciendo de este ensayo un producto que se adapta a su tiempo, un tiempo que coincide con los límites que son objeto de su estudio: el final del siglo XX y principios del XXI. Otro de los recursos que se emplean en la realización de esta obra se complementa con su lenguaje culto (que parece surgir espontáneamente y no a consecuencia de un cuidado excesivo). Este recurso es el de la estructuración de sus apartados, ordenados de una manera lógica y coherente en busca de similitudes lineales o diferencias diacrónicas.
Un primer aspecto al que el autor le da importancia en su estudio es la caracterización del crítico (tanto académico como periodístico) en su aportación informativa, interpretativa y valorativa, y que sirve de hilo conductor para la formulación de una crítica operativa, en este caso, de la novela finisecular. Seguidamente proporciona, de forma ensayística (aplicando valoraciones personales intrínsecas en sus palabras), una visión del contexto socio-político comprendido entre la muerte del general Franco en 1975 y la consolidación de la monarquía parlamentaria y la democracia en 2001. El valor del ensayo no se aprecia hasta más adelante cuando comienza el reflejo del contexto antes mencionado en el objeto de estudio: las novelas. De hecho, hay un capítulo especialmente acusador (‘El mercado de las novelas: novelistas, jóvenes y mujeres’) en el que se aprecia explícitamente ese sentido crítico de Santos Alonso contra el mercantilismo literario actual que empieza a fraguarse en la década de los 80. La conclusión de este capítulo se hace de forma muy directa contra editores, escritores y críticos.
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